Los archivos judiciales han revelado que los controles financieros de FTX eran una “mezcolanza” de aplicaciones. FTX era dirigida por tres personas sin experiencia y dependían de documentos y comunicaciones compartidos en línea a través de una serie de aplicaciones diferentes para gestionar su imperio.
Según el CEO de FTX, John Ray III, el equipo de reestructuración identificó “amplias deficiencias en los controles de FTX Group”, desde una falta de controles financieros y contables adecuados hasta una estructura de gestión del grupo y un proceso de mantenimiento de registros inadecuados.
FTX aparentemente dependía de documentos de Google, comunicaciones en Slack, unidades compartidas y hojas de cálculo Excel. También se informó de que la contabilidad de FTX se descuidó, ya que unas 80,000 transacciones quedaron como apuntes contables sin procesar.
Además, los cofundadores, Sam Bankman-Fried y Gary Wang, junto con el ex director de ingeniería Nishad Sing, tenían la “voz final en todas las decisiones importantes” a pesar de contar con una experiencia muy limitada. Esto fue señalado por un ejecutivo de FTX que declaró que “si a Nishad [Singh] le atropellara un autobús, toda la empresa estaría acabada. Lo mismo ocurriría con Gary [Wang]”.
FTX no presentó sus estados financieros a tiempo al final de los periodos de información financiera y no llevó a cabo comprobaciones retrospectivas para identificar y corregir errores materiales.
Brett Harrison, presidente de FTX.US, señaló la falta de una estructura formal de gestión y de contrataciones clave en FTX.US. Esto provocó una disputa que acabó con su dimisión de la empresa.
Es importante señalar que toda inversión implica riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.
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